Te contamos cómo funcionan las casas de apuestas: cómo calculan las cuotas, sus márgenes de beneficios y el conflicto de intereses que tienen contigo.
Una casa de apuestas es una empresa que gana dinero cuando tú pierdes.
Luciana Rodríguez - BettingGuide Colombia.
Las casas de apuestas, como empresas que son, buscan maximizar sus ganancias. Esto se logra a través del diseño de juegos y apuestas donde las probabilidades están, en general, a favor de la casa. Implementan estrategias de marketing y ofrecen bonificaciones para atraer y retener a los usuarios, promoviendo así un mayor volumen de apuestas.
Por otro lado, los usuarios participan con el objetivo de ganar dinero, impulsados muchas veces por la emoción del juego o por la creencia en la posibilidad de obtener ganancias significativas. Esto es un error de base, ya que todos los expertos recomiendan tomarse el juego como entretenimiento y no como una fuente de ingresos, pero incluso siendo así, para el usuario siempre será mejor ganar que perder.
El principal problema viene de que para que las casas de apuestas ganen dinero, los usuarios tienen que perderlo, ya que en las casas de apuestas en Argentina, los usuarios apuestan contra la casa, no contra otros usuarios.
Además, el riesgo de desarrollar problemas de juego es significativo, lo que añade una capa de complejidad ética al conflicto, ya que las casas de apuestas deben equilibrar sus objetivos comerciales con la responsabilidad de promover el juego responsable y proteger a sus usuarios de posibles daños.
Mediante análisis estadísticos por parte de softwares y de personal experto, las casas de apuestas calculan qué probabilidades hay de que suceda cada opción accesible para apostar en un evento (por ejemplo, probabilidad de victoria local, empate y victoria visitante).
Una vez tienen una estimación de la probabilidad, calculan las cuotas pueden ofrecer por cada suceso en un partido. Para ello simplemente dividen 100 entre la probabilidad.
Por ejemplo, si se estima que el jugador A y el B tienen un 50% de probabilidades de ganar el partido en el que se van a entrentar, las cuotas serían:
Con unas probabilidades del 50%, si los usuarios fueran buenos apostadores, la mitad de ellos apostaría por el jugador A y la otra mitad por el jugador B.
De este modo, si finalmente gana el jugador A:
Como resultado, la casa de apuestas perdería 10.000 pesos con el primer usuario y ganaría 10.000 pesos con el segundo usuario. Es decir, no tendría ningún beneficio.
Sin embargo, la casa tiene costos como el salario de sus empleados, los costos de mover el dinero de una cuenta a otra, los pagos a sus proveedores, publicidad, desarrollo de la web, obtención de licencias, investigación de eventos, etc. Por eso, las casas de apuestas deben aplicar un margen de beneficios que se traduce en bajar un poco las cuotas.
Veamos que pasa si en lugar de ofrecer unas cuotas de 2.00 para el jugador A y B, las ofrecen de 1.92.
Partimos de las mismas probabilidades del 50%, pero ahora, las cuotas ofrecidas serán de 1.92 para la victoria del jugador A y lo mismo para el jugador B.
Apuesta de $10.000 pesos por el tenista A a cuotas 1.92:
Al mismo tiempo, apuesta $10.000 pesos por el tenista B a cuotas 1.92:
En este último caso, la casa de apuestas estaría ganando dinero. Con un jugador pierde 9.200 pesos, pero con otro gana 10.000 pesos, de modo que en total está ganando 800 pesos.
Puesto que la casa estaría bloqueando 20.000 pesos: 10.000 por si gana el primer usuario y 10.000 por si gana el segundo, su margen de beneficio en esta operación es de 800 pesos ganados entre 20.000 pesos invertidos: 800/20.000 = 4 %.
Cuanto más bajo sea el margen de beneficio de la casa de apuestas, más altas serán las cuotas y será mejor para el usuario.
Luciana Rodríguez.
Hasta ahora, hemos planteado el ejemplo como si los usuarios fueran a apostar de forma perfecta, pero la realidad es muy diferente. Muchos usuarios apuestan por su equipo, aunque su victoria sea muy improbable, simplemente porque lo aman.
Esto hace que la distribución del dinero apostado normalmente no coincida con la probabilidad de que ocurra el resultado.
Cuando en el ejemplo anterior, el jugador A es de Argentina, probablemente muchos más usuarios apuesten por su victoria que por su derrota. Por eso, si finalmente gana el jugador A, la casa de apuestas perdería dinero.
Como resultado, si entra mucho dinero en las apuestas a favor de un evento, las casas de apuestas bajarán la cuota, aunque las probabilidades reales no justifiquen esa bajada.
Los artículos marcados con el equipo BettinGuide como autor son aquellos en los que varios de nuestros editores especializados en diferentes mercados han colaborado y puesto sus conocimientos en común.