Cómo ganar en las apuestas deportivas

Antes de leer esta guía sobre cómo ganar en las apuestas deportivas, te recomendamos encarecidamente que leas nuestra guía sobre si se puede vivir de las apuestas, ya que te ayudará a afrontar todo lo demás con una visión mucho más realista.

¿Se puede vivir de las apuestas?

Cómo ganar en las apuestas deportivas

Todos nos consideramos expertos en nuestro deporte favorito, pero cuando llega el momento de hacer apuestas deportivas, la realidad es que muy pocos consiguen beneficios. Aquí te ofrecemos algunos consejos para que mejores tus estrategias:

• No apuestes por tu equipo favorito.
• Lo importante es la probabilidad de que ocurra algo, no si va a ocurrir.
• Comprueba las estadísticas.
• No apuestes en función de noticias extradeportivas.
• Piensa cómo te sentirás si pierdes la apuesta.
• No intentes compensar pérdidas.

A continuación, vamos a explicar en detalle cada uno de estos consejos para ganar con las apuestas deportivas.

No apuestes por tu equipo favorito

Para ganar con las apuestas de deportivas necesitas ser objetivo y evaluar los partidos para tratar de predecir quién va a ganar o qué va a ocurrir.

Si te pones a apostar en partidos de fútbol de tu equipo favorito es muy probable que sobreestimes pequeños detalles que no tienen tanta importancia. Quizá creas que tu delantero es tan bueno que siempre marca o estás deprimido por la última derrota inesperada, pero sea como sea es muy probable que mires a tu equipo desde la emoción y no desde la razón.

Lo importante es la probabilidad de que ocurra algo, no si va a ocurrir

Cuando apostamos siempre tratamos de adivinar qué ocurrirá en esta ocasión. Sin embargo, si tu objetivo es ganar con las apuestas deportivas debes pensar en términos de probabilidad.

Cuando haces apuestas deportivas, es inevitable perder algunas. El objetivo no es no perder nunca, sino ganar más cuando ganas de lo que pierdes cuando pierdes. Por tanto, la forma de afrontar una apuesta es pensar si en el caso de que se repitiese esa apuesta infinitamente, valdría la pena hacerla.

Esto es así porque en un juego concreto siempre hay un componente de azar incontrolable. Por tanto, si vas a apostar por la victoria de Brasil frente a Perú a cuotas de 1.60, es porque piensas que, si repitieses esa apuesta un millón de veces en un millón de partidos, obtendrías ganancias. Es decir, que el dinero  que ganaste al acertar esas apuestas compensarían las pérdidas de las veces que fallaste la apuesta.

Comprueba las estadísticas

Siempre es buena idea echar un vistazo a algunas estadísticas.

Si, por ejemplo, vas a apostar en partidos de fútbol al ganador del partido:

• Comprueba el rendimiento de los equipos en los últimos 10 partidos.
• Comprueba porcentaje de victorias como local y visitante de los respectivos equipos.
• Comprueba los 4-5 últimos enfrentamientos entre esos dos mismos equipos.
• Comprueba el porcentaje de victorias locales y visitantes general que se da en la competición que están jugando.
• En general, no mires medias (media de goles, media de córners, etc.) mira el porcentaje de veces que se supera un número de veces (por ejemplo: un 55%* de los partidos de Alemania terminan con más de 2,5 goles. *Estadística inventada para el ejemplo).

No apuestes en función de noticias extradeportivas

La prensa genera mucho humo sobre cómo afectan sus relaciones amorosas y vida personal a los deportistas, pero es porque tienen que hablar de algo. Los deportistas suelen ser profesionales y en la mayoría de los casos lo que hacen fuera del campo no afecta tanto a su rendimiento como nos venden los periodistas.

Maradona, Romario, Ronaldinho fueron los mejores de su tiempo y no se caracterizaron por una vida monacal.

Piensa cómo te sentirás si pierdes la apuesta

Si crees que te arruinaría el día, reduce el valor de la apuesta hasta que pongas una cantidad que realmente no te importaría perder. Esto no es solo por mantener un hábito de juego saludable, sino también porque el apostar montos demasiado altos hace que te impliques demasiado con las apuestas y pierdas objetividad, lo que a su vez deriva en peores decisiones.

No intentes compensar pérdidas

Un consejo que repetimos en casi todas nuestras páginas y guías. Cuando se apuesta pensando en compensar las pérdidas pasadas, el cerebro está dejándose llevar por las emociones y arriesgarás demasiado o tratando de apostar en partidos a cuotas demasiado altas o tratando de apostar un valor alto en una apuesta “supuestamente” segura.